Reflexiones en tiempos de confinamiento:
El ejercicio de predecir el futuro financiero es arriesgado. La inseguridad es tal que me atrevería a preguntar ¿Alguien tiene una respuesta clara a la salida más efectiva posible de nuestra situación económica?, puedo afirmar que la incertidumbre es la protagonista.
Reto mundial:
El reto de la comunidad internacional es maximizar los beneficios de la globalización y mitigar sus efectos adversos y para la mayoría de las empresas continuar con las exportaciones porque constituyen la principal fuente de crecimiento tanto en ventas como en utilidades.
Por lo que en general y sin pretender hacer un tratado de economía, (es mi profesión, pero debo reconocer que no soy teórica pura y dura, cosa que me hubiera encantado, pero no me ocupe), si me he dedicado en este tiempo de confinamiento a querer entender cuál será la mejor escapatoria para la situación de incertidumbre económica y humanitaria actual. Una solución podría ser la coordinación generosa de los gobiernos en las políticas macroeconómicas a nivel mundial, en donde el resultado sea un GANA – GANA. -La globalización trae consigo muchas bondades, pero a la vez desigualdades, entiendo que frente a una gran recesión causada por fuerzas externas y poderosas como es el virus actual, la demanda se deprime al caer el gasto; la incertidumbre se apodera de los consumidores quienes de inmediato reducen sus compras, en especial los productos suntuosos, coche, viajes, alimentos procesados, etc. y por supuesto se genera un caos de dimensiones inexplicables al aumentar el desempleo-. Estaré siendo exagerada, puede ser, más no negativa porque justamente quiero transmitir una voz de aliento a mis clientes, pero partiendo de un punto de realismo puro.
Desafío empresarial: El tejido empresarial tiene un límite, el riesgo a una quiebra es latente pues los gastos fijos y variables no dan espera, las capacidades instaladas están sin usarse, algunas parcialmente y otras han cambiado su modelo de negocio. -A partir de 1960 aparecen nuevas propuestas para hacer las organizaciones más efectivas, entre ellas están: Benchmarking, Calidad Total, Empowerment (confundido actualmente con empoderamiento desde el punto de vista del desarrollo humano y social). Downsizing, Teoría de Restricciones (TOC), balance scorecard (indicadores bajo cuatro perspectivas) y coaching aplicado para el entrenamiento de competencias blandas, tan necesarias en el Ser Humano-, sin embargo es preciso que los empresarios y las empresarias se reinventen e incluyan como herramienta administrativa la gestión del conocimiento partiendo del capital humano factor determinante del éxito empresarial.
Innovación social: En cuanto a lo social, la población se encuentra inmersa en una espera paciente (siempre hay excepciones), tiene confianza o por lo menos no hay de otra que esperar las directrices de nuestros gobernantes, quienes deben hacer uso de sus mayores dotes de fortalecimiento y sabiduría. Estos con seguridad se encuentran enfrentados a la soledad de la última llamada del directivo, porque finalmente la responsabilidad de sobrevivencia de la humanidad está en sus manos. La innovación social, está sujeta a un nuevo escenario y debe involucrar a todas las personas sin ninguna discriminación. Cuesta y lo estamos viendo en algunos países, como sus dirigentes se estaban resistiendo a una realidad evidente, pero por su propio peso se ha caído. Ahora más que nunca el modelo político está en prueba. La sociedad tenemos que unirnos para ver con una visión cognoscente a los políticos y sus opositores, la finura y compasión que tengan los unos con otros serán la brújula para allanar el camino de un liderazgo genuino.
Valores personales: Es preciso identificar los valores con que queremos reconstruir nuestro nuevo mundo. siempre me ha gustado una frase que dice “si uno no elige bien o a tiempo, la vida se encarga de elegir por uno”. Por lo que a nivel personal cada quien deberá hacerse responsable de su propio bienestar y el que quiere donar a las futuras generaciones.
Estamos estancados en unos comportamientos egoístas. La generación de este siglo XXI se vio inmersa de manera natural en un mundo tecnológico que trae consigo la extraordinaria facilidad de comunicarnos, la agilidad de realizar procesos con más rapidez y calidad, pero a la vez es perversa esta tecnología, porque la juventud actual no entiende que la vida va más allá de un mundo tecnológico. Los valores humanos urge rescatarlos.
Nuevas habilidades y destrezas: Las competencias personales altamente desarrolladas en los directivos y directivas de las organizaciones las deben renovar sistemáticamente y apreciar su alineación con las competencias de sus trabajadores y trabajadoras. Sincerarse y transmitir un mensaje empático de realidad -no por eso de hostilidad e indiferencia- porque ellos se encuentran expuestos a una gran preocupación, sin saber qué camino tomarán en caso de quedarse sin sus empleos, sin poder llevar el sustento a sus casas o por la presión de responder a sus puestos de trabajos agobiados por un entorno hostil. La ambición compartida es más necesaria que nunca, empleados motivados a pesar de las adversidades, podrán ayudar a jalonar la productividad de las organizaciones. Empresarios y empresarias que sientan el respaldo y solidaridad de sus trabajadores y trabajadoras, podrán disminuir la presión en que se encuentran por la situación inesperada a la que se vieron enfrentados; no resulta fácil verse de golpe con una producción en pausa y gastos fijos por responder. Puede llegar a convertirse en el acabose para algunas empresas.
Es el tiempo de familias solidarias y compasivas.
Atención, siempre decimos que “lo más importante son nuestros hijos/hijas” sin embargo trasladar las frustraciones a ellos no es congruente con la intención.
En el ámbito personal se instituye el futuro de la humanidad, los padres y las madres necesitan mejorar sus habilidades comunicativas y trabajar de manera urgente su EGO el YO (egoísta, sabelotodo, malhumor y demás debilidades del Ser humano) para afianzar las relaciones familiares que benefician a todos sus integrantes. También es determinante aprovechar sus fortalezas y transmitir un ambiente de confianza y seguridad para aumentar la motivación.
Es preciso afianzar la unión familiar para el desarrollo integral de los niños y niñas, crear valores y virtudes. Además, preservar matrimonios hará más feliz al núcleo familiar, en caso de no poderse evitar esa bonita unión, los adultos deben comportarse como tal y no involucrar a los demás miembros de la familia en sus desacuerdos. “Proteger la salud mental de los menores es la consigna”.
Es ahora, “más que nunca” que todos los integrantes de la sociedad sin importar su nivel económico y académico replanteemos nuestro futuro. AMBICIÓN COMPARTIDA.
Pilar L.